martes, 25 de marzo de 2014

"El cuento de la tarántula", por Surco

En un país devastado por una feroz crisis económica y política, surge un nuevo grupo armado que lucha contra el sistema. Su primer atentado demuestra que es un grupo ambicioso: nada menos que el asesinato de un ministro. La policía está sorprendida por la audacia del ataque, pero aún lo estará más cuando reciba el comunicado en el que el Frente Social Revolucionario reivindica el atentado. Basta con echar un vistazo al vídeo para saber que no se trata de terroristas típicos. Tanto es así que las fuerzas del orden no se pueden creer la autoría del FSR. Literalmente. Para complicar aún más las cosas, el mismo día alguien ha asesinado a un exitoso empresario cercano al político. ¿Estarán relacionadas ambas muertes?

Este es el planteamiento de la novela "El cuento de la tarántula", primer libro (que yo sepa) de Surco, el autor del blog Mileurismo. En el blog (que recomiendo), se analiza con lucidez la situación política y social que vive actualmente este país. Como era de esperar, la trama de la novela también está íntimamente ligada a los tiempos convulsos que nos ha tocado vivir (los mismos tiempos interesantes de la maldición china que dan nombre a este blog, en fin). Este es uno de los atractivos del libro, ya que podemos identificarnos fácilmente con las motivaciones de muchos de sus personajes. Una trama policial bien hilada con ciertos golpes de efecto muy logrados y un excelente desarrollo de los personajes hacen que la lectura sea tan amena como absorbente. Es uno de esos libros que podemos leer del tirón sin que se nos caigan de las manos.

Recomiendo el blog y la novela a los cuatro gatos que me leen. Creo que no se sentirán defraudados. Y al autor le digo que quedo a la espera de más aventuras policíacas del inspector Leza.

Disfruten:

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lunes, 17 de marzo de 2014

Maravillosa excentricidad

Soy un firme defensor de la excentricidad como forma de vida, como ideal ético y como manera de ver el mundo. Un excéntrico al que se le mete una idea grandiosa en la cabeza y se empeña en llevarla a cabo a pesar de su aparente insensatez, es un tesoro al que hay que cuidar y proteger. Esta clase de personas crea su propio mundo para hacer más rico y luminoso el mundo en el que vivimos los demás. Estoy convencido de que aquello que se dice de los locos, que están próximos al genio, se puede decir con mayor razón de los excéntricos.

Ayer hice una visita que tenía pendiente desde hace mucho tiempo. Fui a Mejorada del Campo, pequeña población de las afueras de Madrid. Este pueblo (en el que por cierto viví fugazmente cuando era pequeño y del que no guardo ningún recuerdo en absoluto, pues mi familia se mudó a Coslada cuando yo tenía dos años) no tendría ningún interés si no fuera por el insensato empeño de un solo hombre, Justo Gallego, alias Don Justo, alias "El loco de la catedral". Quizá algunos recordéis este anuncio de cierto refresco, que dio cierto renombre al personaje (incluso llegó a protagonizar una exposición en el MoMA de Nueva York). Este hombre admirable lleva cincuenta años construyendo por su cuenta (y sin apenas ayuda) una catedral hecha con materiales donados (en muchos casos defectuosos), sin un proyecto formal. Se trata de una construcción enorme inspirada vagamente por el estilo románico que Don Justo dice admirar. Para ser un proyecto tan artesanal tiene sus detalles grandiosos, como la cúpula central. Estéticamente, hay opiniones para todos los gustos: a mí me parece una maravilla. Hay que echarle un poco de imaginación para ver el resultado final, pues aunque las obras están avanzadas todavía queda mucho, pero sinceramente espero que se termine y podamos ver este magnífico templo terminado.

No soy creyente y por lo tanto la motivación religiosa de Justo Gallego no me emociona especialmente. Don Justo, sin duda, pensará que su trabajo es un simple vehículo para la obra de Dios. Yo considero que la inspiración religiosa es un simple vehículo para llevar a cabo esta excentricidad maravillosa.