miércoles, 24 de octubre de 2012

Que no, joder, que no nos representan

Para hacer tiempo mientras rumio un par de entradas que pueden llegar a ser largas y densas (una que me sugirió mi amigo Carlos en un comentario a otra entrada sobre la justicia en España y otra sobre lo mucho que se parece la situación económica y social actual a un domingo de resaca), sigo con las minientradas breves. En fin, esto es típico de mí, o me enrollo como las persianas o apenas paso del twit.

El caso es que anoche estaba viendo cierto programa de humor centrado en la actualidad política en el que hicieron varias conexiones con la Plaza de Neptuno para cubrir la protesta de anoche. En cada conexión el reportero hacía una breve entrevista a uno de los asistentes a la manifestación, consistente en dos preguntas: la fácil ("por qué has venido aquí"), y la relativamente difícil, que es la que me interesa: ¿no crees que cuando coreáis "que no nos representan" estáis siendo injustos al generalizar, igual que algunos medios generalizan con vosotros cuando dicen que sois todos unos violentos de extrema izquierda?

Pues bien, me preocupó un poco el nivel de empane de los entrevistados: aunque hubo grandes diferencias entre unos y otros, en general la segunda pregunta se les atragantó... cuando en realidad no era tan difícil. Esto es lo que yo habría contestado:

En primer lugar, por supuesto que se generaliza cuando se dice que no nos representan, pero en este caso está totalmente justificada la generalización. Al margen de que yo pueda sentirme más o menos representado por ciertos parlamentarios, la función del parlamento español en su conjunto es representar a la sociedad española en su conjunto (podemos decir lo mismo de cualquier parlamento autonómico y su Comunidad Autónoma, por supuesto), no que políticos individuales representen a ciertos individuos. Esa es la idea de la democracia representativa. Por lo tanto, no sólo se puede sino que se debe generalizar: para hablar de la representatividad no tiene sentido no hacerlo.

En segundo lugar, no nos representan porque la ley electoral no es proporcional y por lo tanto falsea las voluntades de los electores y el peso que cada voluntad tiene en la sociedad. Ahora mismo se han presentado unos presupuestos y nada menos que once enmiendas a la totalidad de los mismos. Pues bien, los partidos que han presentado las enmiendas obtuvieron más de la mitad de los votos en las última Elecciones Generales, y el partido que presenta los presupuestos obtuvo menos de la mitad. Sin embargo, el partido que presenta los presupuestos tiene mayoría en el Parlamento, por lo que los presupuestos saldrán adelante. Conclusión: el parlamento no es repersentativo. Pero esto ya lo contaba yo en mi blog. ¿Es que no me lee? Pues vaya periodista. Hay que hacer los deberes, hombre.

Además, el Parlamento tampoco es representativo de la sociedad española ni social ni económicamente. Los diputados son más ricos que el ciudadano medio y por lo tanto toman decisiones sobre cosas que nos afectan a la mayoría de forma muy distinta de cómo les afectan a ellos, como por ejemplo reformas laborales, recortes en servicios públicos, pensiones, etcétera.

Por último, los políticos no nos representan porque tienen otras servidumbres... habrá quien se salve, pero no hacer esa generalización es negarse a ver lo evidente.

Como soy capaz de hablar rápido y fluido, no habría tardado mucho más en soltar todo eso de lo que tardaron aquellos a los que entrevistó el reportero.

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