Nota: este post no está motivado por un asunto concreto sino por una acumulación. Tampoco tiene un propósito concreto sino que se puede considerar un desahogo más que otra cosa.
¡Radicales!
Pues sí, es que somos unos radicales. No hago más que oírlo desde que milito en un sindicato. "Vosotros es que sois muy radicales". Hombre... pues sí.
Claro, tengo que aclarar que no se trata de uno de esos sindicatos que venden al obrero al peso. ¿A cuánto el kilo de obrero? Barato barato...
Pues no. Es otro tipo de sindicato. Un sindicato radical.
Somos muy radicales porque contra un ERE que amenaza 1850 puestos de trabajo nos descolgamos con propuestas extravagantes, como convocar una huelga de verdad en vez de paros parciales o huelguitas de un día. Total por una niñería, 1850 trabajadores y trabajadoras que se van a la calle. Es normal que otros sindicatos se echen las manos a la cabeza.
Somos unos radicales que rompemos la unidad sindical de los que ya tienen el bolígrafo preparado para firmar los despidos de sus compañeros y compañeras de trabajo. Unos extremistas que nos negamos a ir de la mano con aquellos que obtienen grandes beneficios para los trabajadores gracias a sus hábiles negociaciones: por ejemplo, que la empresa reduzca el ERE desde el farol inicial a lo que desde el principio pensaba hacer.
Somos unos radicales, porque, en general, no creemos en los hábiles negociadores. Creemos en la movilización y en la resistencia de los propios trabajadores. Creemos que si hay que negociar se negocia, pero desde la fuerza que da la acción de los trabajadores unidos.
Somos radicales porque la "moderación" tiene mala prensa desde que a la miseria y a la explotación las llaman "moderación salarial".
Somos radicales porque a veces no firmamos lo que nos ponen por delante. Porque creemos que firmar, a veces, tiene consecuencia. Porque resulta que las tiene.
Somos radicales porque de pronto, qué gracia, nos llama alguien y nos dice "a mí esto no nos parece ético/legal/correcto/etc. Vosotros, que sois muy radicales, deberíais hacer algo al respecto" (historia real). Y somos tan radicales que pensamos: "manda huevos con los moderados".
Somos radicales según la tercera acepción de la RAE. Algunos dirán que más bien según la cuarta (mientras te venden barato barato).
En fin...
Lo que se dice un sindicato radical. Lo que en otro tiempo se habría llamado simplemente sindicato, sin necesidad de añadir el adjetivo... hasta que llegaron los "moderados".
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