viernes, 11 de julio de 2014

Luto pálido

Hojeando tus cuadernos
¡cuántas páginas en blanco!
Esperaban tus palabras
y en la espera se quedaron.
Casas son sin habitantes
o pueblos deshabitados,
sin temores ni esperanzas
ni alegrías ni embarazos;
son lugares donde callan
las risas y los enfados,
los suspiros del amante
y los ruidos de los pasos.
Son escenarios vacíos,
son solares desolados,
desnudos de dicha y pena
y desprovistos de abrazos.
Tristes páramos sin vida,
sin placeres ni trabajos,
sin dolor y sin amores,
sin calor, son hielo amargo.
Son partículas de nada,
son el tiempo que has dejado
sin vivir, tiempo que sobra,
tan pesado y tan liviano.
Aunque sigan en la rama,
hojas son de otoño estático:
sin la savia de tus versos
sólo son muerte y pasado.
¡Más les valdría caer
si ya se ha quedado el árbol
despojado de alimento
y dejado de tu mano!
Si me atreviera a arrancarlas
al menos serían pájaros
o barquitos de papel
navegando hacia el ocaso.
Intento leer en ellas
el tiempo que te robaron
el azar, la vida, el cáncer
y tus órganos cansados.
Vislumbrar siquiera intento
el mundo del otro lado,
el reverso de la vida,
el lugar al que has marchado,
y leer que estás feliz,
que el más allá es de tu agrado,
que te dan bien de comer:
ambrosía y un helado.
Las cuadrículas vacías,
su callar cuadriculado,
no se apiadan... ¡ni se inmutan!
Y todo resulta vano.
¡Ay blanco de mi tristeza
sobre ti derramo el llanto!
Que mis lágrimas te mojen
y empañen tu luto pálido.

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias, Blackmount. Se me olvidó ponerlo en el texto pero esto va dedicado a Jesús Alonso Díaz-Toledo, Chus, poeta y amigo.

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  2. Pues no ha salido el comentario. Vamos que me ha molado el poema, aunque en general y salvo excepciones lorquianas, la poesía no me enloquece. Sigue con lo del verso que se te da muy bien.

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    1. Gracias surco, y disculpa que haya tardado tanto en responderte, tengo esto muy descuidado y no había visto el comentario.

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